viernes, 15 de marzo de 2013

CAMPAMENTO EN CARABANCHEL








La inteligencia es la capacidad de elegir, entre varias posibilidades, aquella opción más acertada para la resolución de un problema. En este sentido, cabe distinguirla de la sabiduría, en tanto que esta última es tan solo una acumulación de conocimiento, mientras que la inteligencia implica hacer el mejor uso de un saber previo. Es una cualidad que todos los seres humanos poseemos, aunque no todos podemos tenerla de igual manera estimulada y desarrollada. Por esto, la estimulación temprana de los niños, entre su primer año de vida y los cinco años es crucial para que luego puedan hacer frente a la etapa de aprendizaje que comienza en la escuela.

En el esquema siguiente se muestran los diferentes períodos en los que Piaget organiza el desarrollo evolutivo de los procesos cognitivos que son la base de la Inteligencia.

-En estas páginas se desarrollará con mayor detalle la etapa sensoriomotora (0 a 2 años).

(pulsar sobre imagen para ampliar)

- PERÍODO SENSORIOMOTOR

J. Piaget denominó período Sensorio Motor al ciclo evolutivo que abarca desde el nacimiento hasta los 2 años de edad. Este período comprende 6 subestadios que dan cuenta de los diferentes procesos y adquisiciones de los niños a medida que van creciendo. La inteligencia sensomotriz se construye activamente por el sujeto a lo largo de los diferentes subestadios, hasta lograr esa capacidad de adaptación al medio que se muestra en el niño al final del segundo año de vida y que va unida a la adquisición de las primeras formas de representación mental.

: Subestadios del Periodo Sensoriomotor:

Subestadio-1 (del nacimiento a 1 mes):

Ejercicio de los Reflejos.
En esta etapa, el repertorio de adaptación del recién nacido se limitaría a los simples reflejos determinados biológicamente. En consecuencia un bebé succiona un pezón cuando le roza los labios o agarra un objeto que toca su mano. La inteligencia sensoriomotora se construye, pues, progresivamente a partir de los reflejos innatos, pero también de los primeros hábitos, logrando el bebé, en un determinado momento, utilizarlos de forma intencionada. Este tipo de conductas son importantes porque forman la base sobre la que se estructura todo futuro desarrollo. Dicho desarrollo tiene lugar al aplicarse las conductas a más objetos y acontecimientos (los bebés asimilan cada vez más cosas). Es lo que Piaget denominó Proceso de Asimilación. A su vez, dichos repertorios conductuales empiezan a cambiar como reacción a estas nuevas experiencias (empiezan a acomodarse), en lo que Piaget denomina Proceso de Acomodación. Cuando las conductas inicialmente inflexibles comienzan a ser modificadas por la experiencia, el niño está entrando en el Segundo Subestadio.

Subestadio-2 (de 1 a 4 meses):

Desarrollo de Esquemas. Este estadio está caracterizado por la aparición de las primeras adquisiciones, los primeros hábitos, que suponen ya una alteración de los reflejos innatos, pero que todavía no tienen el rasgo de intencionalidad propio de las conductas inteligentes que será alcanzado en el siguiente estadio. Aquí empiezan a surgir las primeras reacciones circulares definidas como: "ejercicio funcional cuyo fin es mantener o descubrir otra vez un resultado nuevo o interesante". Por ejemplo, la acción de chuparse el pulgar de forma sistemática, no debida al azar, implica una coordinación entre mano y boca que supone una adaptación adquirida del reflejo de succión. Esta modificación del esquema de succión supone una acomodación debida a la experiencia y, por tanto, una distinción entre asimilación y acomodación que no existía en el subestadio anterior y que alcanzará mayor relevancia en estadios posteriores.

Subestadio-3 (4 a 8 meses):

Descubrimiento de los Procedimientos.
Si bien los bebés actúan sobre el entorno desde su nacimiento, su conducta en los primeros meses tiene la calidad de ser dirigida hacia el interior (p.e. cuando manipula un juguete, su interés es más por los movimientos que efectúa con sus propios dedos que por el juguete). En el subestadio anterior el bebé utilizaría los esquemas por puro placer (chupar el dedo, etc...). Ahora va a mostrar un interés más claro hacia el mundo exterior. Los esquemas empiezan a dirigirse hacia fuera del propio cuerpo del bebé. Comienza la exploración del entorno. Cuando ahora manipula un objeto lo hace porque tiene un interés real en explorarlo.
Esta mayor conciencia del entorno le permitirá descubrir procedimientos para reproducir hechos interesantes. Por ejemplo, el bebé puede dar un manotazo accidentalmente a un objeto o juguete suspendido sobre la cuna haciendo que dicho objeto se mueva y reproducir esta secuencia durante un intervalo de tiempo. El bebé está empezando a desarrollar un tipo de conocimiento muy importante: qué puede hacer para reproducir resultados deseables.

Subestadio-4 (8 a 12 meses):

Conducta Intencional
En el subestadio anterior el bebé sólo puede reproducir resultados después de que hayan ocurrido por casualidad. En éste subestadio esta restricción desaparece. Ahora ya es capaz primero de percibir algún objetivo deseable y después imaginar cómo conseguirlo. Su conducta ya es intencional y puede mostrar una clara conducta de anticipación ante la aparición de determinados indicios. Un niño puede llorar cuando un adulto que estaba sentado a su lado se levanta anticipando su marcha. Estas conductas anticipatorias suponen una previsión independiente de la acción que se está realizando, pero no implica todavía una representación que el niño no alcanzará hasta el final del período sensoriomotor (2 años).

Subestadio-5 (12 a 18 meses):

Novedad y Exploración
Lo característico de este período, en comparación del anterior, es que el bebé comienza de forma deliberada y sistemática a variar sus conductas. El niño no se limita ahora a repetir, delante situaciones concretas, respuestas o soluciones que previamente habían tenido éxito. Es el momento en que empieza a experimentar y descubrir nuevas soluciones mediante un procedimiento de tanteo. Así puede aprender que un objeto situado a cierta distancia puede cogerse mediante un palo, cordel, etc... La experimentación sobre el entorno adquiere un papel predominante en la conducta del niño que disfruta con estas nuevas actividades. El lanzar objetos como cucharas u otros desde la sillita, por ejemplo, es un medio por el que pueden explorar las consecuencias de sus actuaciones y resultar altamente motivante. El desarrollo cognoscitivo está teniendo su inicio en estas actividades.

jueves, 7 de marzo de 2013

CONSEJOS PARA NIÑOS QUE HACEN DEPORTES


CONSEJOS PRÁCTICOS PARA NIÑOS DEPORTISTAS
El ejercicio físico es fundamental para un crecimiento saludable, y la manera que algunos niños tienen de estar activos es practicando un deporte. Fútbol, natación, judo, gimnasia rítmica… son algunos de los deportes más practicados por los pequeños. Veamos algunos consejos para los niños deportistas que les ayudarán a estar en forma y beneficiarse del ejercicio que hacen habitualmente.
Puntos fundamentales que ha de seguir el niño deportista:
·         Que esté bien alimentado durante todos los días de la semana, porque de ese modo durante su sesión de entrenamiento su cuerpo tendrá recursos que provienen de almacenes de nutrientes de más de un día. Por supuesto, ha de comer bien los días en que practique deporte, pero ha de consumir alimentos sanos también el resto de días.
·         Si el niño está bien hidratado es la mejor forma de evitar mareos y calambres. Sus músculos estarán bien hidratados, más flexibles y pasará menos calor. Han de hidratarse antes, durante y después del ejercicio físico. El sudor expele hierro, calcio y minerales que se reponen con una adecuada alimentación. No debe esperar a tener sed para beber sino que ha de ir bebiendo con cierta periodicidad.
·         Los niños deportistas deben evitar las bebidas con gas, con cafeína, caramelos y golosinas antes de las competiciones o entrenamientos, esto tiene efecto rebote y puede acusar una bajada de azúcar. Mejor agua o zumos naturales.
·         El niño ha de ir descansado y bien motivado a su entrenamiento. El ejercicio en los niños se ha de orientar a mejorar su motivación, su disfrute y su capacidad de relación. Si le angustia o le provoca estrés hay que examinar el planteamiento.
·         Si el niño padece anemia, lo cual repercutiría negativamente en su rendimiento y su recuperación, hay que consultar al pediatra. También si se encuentra excesivamente cansado o decaído.
·         No hay que aplicarle dietas específicas de otros niños, ni suplementos de proteínas ni dietas “de entrenador”. Las dietas mal pautadas pueden comprometer el desarrollo y crecimiento del niño.